Pues poco a poco cumplimos años pero también cumplimos
asados anuales. Un día al año nos reunimos con las familias para pasarlo entre
amigos con la excusa de comer y de beber. Como es habitual lo hacemos con un
asado argentino, que por alguna cosa tenemos a Víctor. En esta ocasión hemos
tenido un anfitrión de lujo, R1, con temeridad, se atrevió a celebrar el
festejo en su casa, cosa que todos agradecemos.
No sé en qué orden pero la carne y el vino fueron los
protagonistas, pero además Norris, jefe vitalicio de la banda, otorgó el premio
al Ciclópata del año. En esta ocasión recayó en Adolfo por su constancia y buen
rollo. Quede constancia en estas palabras que se trata de un premio otorgado a
dedo, nada de votaciones, así Norris se asegura buenas dosis de peloteo.
Jajaja, aquí riéndome sólo con ver a Adolfo en ese tipo de imagen, jajaja. Pues que buena jornada también de comilona y es que esa carne tiene una pinta muy pero que muy buena... En cuanto a la distinción de Adolfo yo creo que el tipo se lo merece eh, constante donde los haya. Un abrazo
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