diumenge, 30 d’agost del 2015

Objetivo: el Andaluz

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Xavier Ruiz, del club BTT Premià de Dalt nos propuso hacer una ruta conjunta este domingo aunque finalmente solo pudieron venir él y Martí. Con las vacaciones terminándose para la mayoría de Ciclópatas nos unimos Norris, Víctor, Quique, Adolfo y Racing.

El título no deja lugar a dudas, el objetivo era hacer una ruta que nos llevara hasta Dosrrius donde empezar el sendero que en su día denominamos "el Andaluz" como homenaje a un tipo con un acento muy marcado andaluz y muy simpático, residente en Argentona, que nos lo descubrió.

La primera novedad es que Xavier Ruiz se presenta con una e-bike que ha adquirido recientemente para sumarse a su colección de bicis. Algunos miramos la bici con recelo, pero pronto vemos que tiene sus ventajas. Hacemos una ruta con los senderos más utilizados en los últimos meses para disfrutarlos conjuntamente y hacer vía hasta el andaluz. Subimos por el interior de la Mutua, bajamos a Òrrius, seguimos subiendo por el sendero de las piedras con la variante de la derecha, una excelente subida plagada de raíces. Una vez remontado el desnivel, sendero de Yann hacia abajo para ir a buscar luego la pista que viene del Bell Racó.

Hacemos la subida hasta la cantera de Òrrius por los senderos que descubrimos este invierno y que pasan por la masía de Can Riudemeia. Quique hacía un montón que no cogía la bici más allá de 2 horas y empezaba a sentirse mal, pero una parada a revisar el cambio trasero de Víctor le ha devuelto las sensaciones y ha seguido con el grupo. Tomamos pista y un tramo de sendero hasta la collada de Parpers y tomamos los senderos paralelos por debajo de la urbanización. Luego un atajo entre urbanización, sendero y en el medio del bosque nos dejan al pié de una estupenda bajada.

Un sendero nos introduce con algún repechón a la extensa bajada final por el Amazonas, con la última variación que descubrimos hace pocos meses, una bajada larga y limpia de las que se disfrutan con poco peligro hasta terminar en Dosrrius donde nos refrescamos un poco en la fuente que hay junto al antiguo lavadero municipal.

Repuestos del calor recorremos el Andaluz y volvemos por la riera de Argentona primero y una variación habitual nuestra recortando distancia para ir a buscar la carretera de Argentona hasta el camí del mig.

Al final han salido 50 Km con poco menos de 1.100 metros de desnivel positivo donde no solo hemos podido disfrutar de la habitual salida dominguera, sino que además hemos podido experimentar con la bici eléctrica gracias a la amabilidad de Xavi.

Dicen que las bicis eléctricas son cosa para gente mayor y hoy gracias a Xavi probamos una. Y un cuerno es para viejos! Es una pasada! Es una BTT normal, con asistencia al pedaleo regulable, te permite disfrutar del recorrido con un notable menor esfuerzo y si quieres también ir más deprisa. Transmite unas sensaciones muy agradables. Sigue necesitando de piernas pero con una mínima forma física puedes hacer rutas impensables con una BTT normal. Y sobre todo, es muy divertida, una opción más que nos ofrece la tecnología para disfrutar de la montaña. Me gusta la sensación de esfuerzo físico al pedalear, pero de vez en cuando no me vendría mal tener una de estas y hacer salidas con otra filosofía.


Hoy la hemos ido probando por turnos, y Xavi iba cambiando de bici cada poco, y todos hemos acabado enamorados de lo que ofrece. Poco tardaremos en ver como proliferan este tipo de bicis por la montaña. Con un plato de 38 dientes puedes subir lo que quieras, con esfuerzo pero con una fuerza extra gracias a una ayuda eléctrica sorprendente.  Cuando sea mayor (es decir pronto, me compro una si o si).

diumenge, 23 d’agost del 2015

Kiler returns

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Prácticamente un año después de abandonarnos, Kiler ha retomado la bici para unirse a la ruta de hoy junto a Norris, Batxi y Racing. Como la pretensión era disfrutar de la salida sin quemar sus piernas nos lo hemos tomado con calma intentando hacer una ruta novedosa para él y a la vez no demasiado exigente.

Como casi siempre empezamos subiendo por el interior de la Mutua a ritmo pausado aprovechando los primeros kilómetros para ponernos al día, aunque Norris no sabemos que cenó ayer pero no calla. Llegamos al GR y giramos a la derecha para tomar el sendero plagado de piedras que parte de la primera curva. A mitad de camino nos desviamos para abordar un precioso sendero que redescubrimos hace pocos meses y que luego nos llevará hasta la misma pista que baja hacia Argentona.

Vamos haciendo variaciones hasta llegar a la riera de Clarà y unos metros más adelante pararnos un rato en la fuente de Can Raimí para repostar agua y comer algo. Batxi no disponía hoy de mucho tiempo así que un poco antes nos abandona para volver a casa. Luego retomamos la ruta subiendo por el camí dels burrus hasta Òrrius donde atravesamos la carretera para subir por el sendero de las piedras e ir a buscar por el llano y posterior trialera la otra vertiente de la montaña que da a la riera de Riudameia.

Bajamos un tramo de pista hasta el primer desvío, marcado con una cadena, a mano izquierda y volver a remontar desnivel. Kiler va cómodo y disfrutamos de este tramo con buenos senderos emboscados hasta dar con la subida final donde hay tres o cuatro repechones donde apretar los dientes y allí empieza a aparecer la falta de entrenamiento de tantos meses en el dique seco de Kiler.

Este tramo nos deja en la pista de la cantera de Òrrius y desde allí seguimos a ritmo pausado el regreso por los senderos típicos hasta Sant Bartomeu de Cabanyes primero y por la pista después hasta Vilassar de Dalt donde paramos a refrescarnos con una cerveza.

Aunque a ritmo de alguien que ha estado tanto tiempo sin coger la bici, finalmente han salido unos buenos 42 Km. con 1,100 metros de desnivel positivo que bien han valido para disfrutar de otra salida y también nos ha servido para reafirmarnos que Kiler se infravalora pues tiene un talento natural para esto de la bici y en cuatro días estará a su nivel de siempre. Hay gente que parece que los años no le pasen factura, yo me paso un año sin coger la bici y a lo máximo que aspiro es a ir por el paseo marítimo.



diumenge, 16 d’agost del 2015

Por fin un domingo sin calor

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Con la visita de Lapiero montamos una ruta que sea algo novedosa para él, así que hacemos acopio de los senderos más emblemáticos que hemos recorrido durante los últimos meses. Nos unimos a él, Norris, Batxi, Adolfo y Racing. Subimos tranquilamente hacia Cabrils para empezar la montaña por el interior de la Mutua donde nos encontramos una pintada en una pared que nos intriga.

Una vez arriba seguimos hacia Sant Bartomeu de Cabanyes para empezar el menú de senderos del día. Bajamos el primer tramo dirección a la Roca del Vallés, remontamos un poco de pista para ir a buscar el sendero que siempre hacen el grupo de BTT Badalona en su recorrido hacia el Turó de l'Home. Seguimos hasta la pista que viene de la cantera de Òrrius y la atravesamos para recorrer los revirados y bonitos senderos paralelos que atraviesan el bosque de esta zona y llegar a Parpers.

Allí seguimos enlazando senderos a la derecha de la pista que lleva a la urbanización Sant Carles hasta que hay un punto donde debemos remontar un tramo de pista y aprovechamos para descansar un poco y comer algo. Continuamos por un sube y baja de senderos, un pequeño tramo de urbanización y vuelta a remontar desnivel por senderos hasta dar con una bajada que nos llevará hasta Dosrius con diferentes variaciones incluyendo la bajada por el Amazonas, que nunca deja indiferente a nadie.

Recargamos agua en Dosrius y tomamos el corriol del Andaluz, que en esta dirección, parece que no, pero tiene unas buenas subidas explosivas. Llegados a la mitad del sendero, en Can Marcel, en vez de bajar a la riera de Argentona, volvemos a remontar la subida para recorrer esta parte de la montaña por más senderos. Aunque no recordamos muy bien todos los desvíos tenemos tiempo y ganas, aunque después de una buena dosis de subidones de aúpa parece que alguno se va quedando sin batería en las piernas.

Al margen de una equivocación que nos hace subir por un lugar equivocado y que más de uno protesta, finalmente encontramos la ruta que queríamos seguir aunque las lluvias han convertido un par de tramos de durilla subida en zonas de empujar la bici donde la grupeta empieza a perder los nervios. Por suerte el motín no prospera y disfrutamos del resto del recorrido, mucho más suave, hasta los pies de Mataró para volver a casa, por el camí del mig, con cerveza por el camino como peaje.

Esperábamos a un Lapiero algo más oxidado, y como veíamos que no desfallecía hemos ido poniendo leña al fuego y sin darnos cuenta han salido 54 kilómetros con 1.200 metros de desnivel positivo con una excelente temperatura (no he visto más que 21 grados celsius en toda la mañana) . Batxi, que últimamente tiene problemas de agenda debido a su afición a tener descendencia, parece que nunca pierda la forma, ya veremos cuando se acerque a los 50, de momento que lo disfrute aunque cause envidia a más de uno.


dilluns, 3 d’agost del 2015

Guifré y los Ciclópatas

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Como ya va siendo habitual en nuestro grupo, aprovechando el inicio de las vacaciones estivales, buscamos una ruta de dos días que nos permita hacer las dos cosas que más nos gustan, pedalear por senderos y bonitos paisajes, y disfrutar de las charlas entre amigos. Con este objetivo en mente, este año me tocaba organizarla, para lo que encuentro una ruta que además de pasearnos por una zona histórica de Catalunya, nos permitiera tener la tarde libre. La ruta elegida es la de “Guifré i Cingleres”  Btt Silvia Rovira , que para el que no sabe su historia, Guifré el Pilós fue el último Conde de Barcelona nombrado por un rey franco, y el que designó la independencia de facto de Catalunya con respecto al reinado franco. Artífice de la repoblación de una Catalunya devastada y reconocido por la leyenda de las cuatro barras de sangre que dan origen al escudo y banderas de Catalunya. Este año contamos con la presencia de un invitado especial, Herman, compañero de secundaria del servidor, y que después de 20 años sin vernos, fue una buena ocasión para ponernos al día. Herman vive en Mallorca, y se dedica entre otras cosas a Triatlones, Iron Mans, y demás salidas en bici, por lo que intuíamos que no tendríamos que esperarlo mucho en las subidas……

De esta manera nos presentamos el sábado día 1, a las 7 en el Polideportivo de Premià de Mar, Roger, Xavi, Adolfo, Herman y Víctor y juntos nos desplazamos a Cardona. Punto de inicio y final de nuestra ruta. Allí nos esperaba Carles, puntual, para dar inicio al recorrido. A las 8.30 Silvia Rovira, autora de la ruta y encargada de que todo transcurriera de la mejor manera, y que nos llevaría nuestras bolsas hasta la Masía donde pasaríamos la noche, nos esperaba para un breve briefing. Enseguida nos dirigimos al bar más cercano para desayunar, ya que necesitaríamos reservas para afrontar el primer día de ruta.

Día 1: Dejamos rápidamente Cardona atrás, cruzando el Río Cardener, todos llevando chubasquero, dado que se preveía lluvia y esperando que fuera lo más suave posible, pero de momento teníamos una temperatura ideal para la época, y poco a poco comenzamos a ascender, con una suave pero constante pendiente que nos permite calentar a la vez que mantener una agradable charla. Más adelante comienza un ascenso un poco más intenso, y transitamos por pistas, caminos e incluso cruzamos algunas carreteras poco transitadas, la lluvia nos da tregua, pero nadie se atreve a mencionar que no está lloviendo…. La suavidad con la que vamos subiendo, aunque de manera constante, hace que pensemos que no habrán subidas importantes, y nos animemos con las charlas. (equivocados estábamos)

 Por el camino no hay poblaciones de más de 10 habitantes…, todo son granjas de cerdos, vacas y sembrados. En más de una ocasión, el track nos hace pisar suelo sembrado y tememos por que algún payés comience a practicar tiro al pichón con nuestros cascos.
El recorrido, una vez pasado el pueblo de Gargallà, se mantiene siempre cercano a la Riera del mismo nombre, que cruzamos varias veces y dejamos para ir acercándonos a Pegueroles, en un constante ascenso. A partir de allí, un sube y baja que nos vuelve a acercar a la Riera de Gargallà, y donde una vez cruzada la carretera comenzamos otra vez a subir para dirigirnos a Sant Feliu de LLuelles y que una vez atravesado comienza una entretenida bajada que nos permite descansar un poco las piernas.

Los caminos por los que transcurrimos no presentan dificultad técnica, y sólo tenemos que ir evitando partes llenas de barro que nos van cubriendo de a poco de una homogénea masa fangosa. El ritmo es bastante alegre, y no tenemos que hacer paradas largas para esperar, dado que venimos bastante agrupados. Herman va mostrando que tiene reservas más que suficientes y en los repechones vemos como despega y los remonta sin rechistar. Aprovechando un pinchazo de Adolfo, nos ponemos a hacer cuenta de unas barritas, rápida reparación y continuamos ruta.
Una vez concluida la bajada, comienza una fuerte subida, que nos hace apretar los dientes, e incluso bajar el pie al suelo en algún punto. Por suerte risas no faltan, y vamos ganando altura rápidamente. Arriba, comienza un llaneo que nos va dejando respirar un poco y entre campos sembrados vamos ganando unos cuantos kilómetros. A partir de aquí el paisaje se va diversificando un poco, más granjas pero con campo abierto y los primeros riscos aparecen en escena. Luego nos toca bajar hasta el río Aigua D’ora, teniendo siempre a la vista los riscos de la sierra de Busa, una imagen imponente que nos da fuerzas para el último tramo, hasta llegar al monasterio de Sant Pere de Graudescales. Una preciosa iglesia románica en plena sierra de Busa.

Tras dejar el monasterio atrás, hacemos el último trayecto hasta llegar a la Masía El Pujol, con un poco de prisa pues la hora se nos echaba encima y ansiábamos tanto unas heladísimas cervezas con algo para comer que no hubo tiempo de nada más. El recibimiento fue muy cordial por parte del establecimiento, y rápidamente nos rehidratamos y reponemos de los 1.500 metros de desnivel positivo acumulado. El grupo llega entero y con fuerzas, esta vez creo que no hubo muchas quejas sobre la ruta, porque esperábamos un segundo día más duro, a pesar de ello fue una salida con buenas dosis de exigencia y más de lo que acostumbramos hacer cada domingo. La masía El Pujol se encuentra en el municipio Navès, lugar donde se erige el monumento a Guifré el Pilós, conmemorando la batalla contra tropas musulmanas de Llop Ibn Muhammad.
Día 2: Para el segundo día éramos totalmente conscientes de que nos esperaba un inicio muy duro, con unas fuertes y constantes pendientes, pero también sabíamos que la recompensa en forma de increíbles vistas estaba también a la altura. Luego de un rápido desayuno, dejamos atrás la masía, para sin pérdida de tiempo comenzar el fuerte ascenso a la sierra de Busa. Pendientes de 18 y 20% eran lo habitual, pero no se oía ninguna queja. Herman tiraba del grupo, a buen ritmo, el resto a corta distancia seguíamos. Roger, viejo lobo, sube incansable. Xavi, siempre tiene piernas para remontar repechones, aunque luego se queje un poco y nos alegre la salida con sus comentarios sobre la ruta. Carles después de un largo período de inactividad, venía repuesto como si nada. Adolfo, como es habitual en él, guardándose para dar el hachazo al final… Luego de un buen rato subiendo empezamos a ver la metamorfosis del paisaje, salimos del bosque y unas verdes praderas nos van dejando ver el imponente paisaje que nos espera.

Se acaban las quejas, esto vale los kilómetros que tenemos encima. Xavi sólo se queja de que no hay algún corriol para que su bici se sienta como en casa. Poco le dura el descontento, luego de pasar por el Pla de Busa, nos internamos en unos largos senderos que nos llevarán hasta la Prisión de Capolatell, donde nos quedamos todos con la boca abierta debido al espectacular paisaje que tenemos delante. Desde ese punto podemos ver, gracias al día espléndido, todo el Pirineo Catalán, el pantano de la Llosa de Cavall, Sant Llorens de Morunys.
La prisión de Capolatell debe su nombre a que servía como prisión de los soldados napoleónicos, donde se dejaba a los reos y se quitaba la pasarela que la une a la sierra de Busa, quedando así aislados y sin comida. El último kilómetro hasta la prisión no es ciclable, por lo que dejamos las bicis y hacemos el último tramo caminando, y después de unas fotos reemprendemos el regreso a Cardona, a sabiendas de que nos queda la parte más relajada de la ruta. A pesar de eso, hay algunos signos de fatiga, y los geles y gominolas hacen acto de presencia. Último ascenso por cerretera, y nos queda la larguísima bajada desde los 1.300 mts. Hasta los 400 y poco de Cardona. A pesar del cansancio, habíamos entendido que serían otros mil quinientos metros de desnivel positivo, y sólo llevábamos mil, así que esperábamos alguna sorpresa, que finalmente no llegó.

Al cabo de un rato ya teníamos fuerzas para reírnos, y enseguida vislumbramos la imagen del castillo de Cardona al fondo, por lo que supimos que esto estaba hecho. Silvia, organizó una impecable ruta, y nos esperaba para darnos un lugar donde ducharnos y adecentarnos, junto a un refrigerio que nos supo a gloria. Personalmente después de este tipo de salidas, en el que compartimos ruta, charlas, risas y en el que disfruto de unos buenos amigos, no hago más que esperar la próxima. Todos esperamos poder volver a contar con la presencia de Herman en una de nuestras salidas, y poder mostrarle nuestro jardín. En total, según mi GPS, fueron dos rutas de 45 kilómetros cada una, con: 1.500 m+ acumulados y 4 horas de pedaleo en el día 1 1.000 m+ acumulados y 3 horas 20’ de pedaleo en el día 2



Todas las fotos: https://goo.gl/photos/2A15gkGnQFnFCNp48
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  Víctor