Una Orrienca más Ciclópata

Con el primer día con una climatología plenamente primaveral hemos completado otra salida a ritmo dominguero con un poco de todo. Quique, Norris, Adolfo y Racing nos encontramos en Premià de Mar para hacer una subida hacia la Serralada poco habitual entre nosotros. Remontamos la riera de Vilassar de Dalt hasta el final para empalmar con la subida de “los locos” que nos deja en Can Boquet con las piernas calientes pues la pista tiene una buena inclinación.

Volvemos a tentar el destino siguiendo mi GPS que últimamente no se entiende ni él para seguir una parte de la edición del año pasado de la Orrienca. Así que tomamos rumbo pistero hasta Sant Bartomeu de Cabanyes y allí giramos por la pista de la izquierda para darme cuenta al cabo de un rato que por allí no es. Para enmendarlo les hago remontar una buena subida campo a través, con la bici a cuestas para ir a buscar la pista superior descubriendo la modalidad del BTT escalada.

La ruta nos lleva a la Antena de Cèllecs y luego por la pista de bajada en la otra vertiente. Una vez abajo giramos por la pista rota que habitualmente tomamos para ir a buscar la puerta verde. En esta ocasión seguimos bajando por pista hasta encontrar el sendero que sube hasta Can Sardà. Desde aquí hemos ido enlazando más tramos de pista, primero de subida, luego de bajada, dirección Vilanova del Vallés hasta hacer un bonito y largo sendero que no conocíamos.

Pero el track se empecinaba nuevamente en llevarnos por pista hasta un desvío conocido que nos ha llevado medio por sendero y pista hasta la Pedra de l’Oreneta. Probablemente el resto de la ruta fuera más entretenida, pero este tramo no era muy Ciclópata por lo que decidimos hacer nuestro propio camino. Desde la Pedra de l’Oreneta tomamos la directa subiendo la trialera que algunos llaman la batidora y descansamos un rato en el Dolmen.

Hacemos el camino habitual de vuelta pasando una vez más por Sant Bartomeu, la Mutua, bajando por la pista dirección Argentona para rematar la jornada con senderos y trialeras muy Ciclópatas enlazando el rocódromo y el camino de Mordor hasta las cercanías de Cabrera de Mar para rematar la jornada con una buena bajada que nos enseñó R1,un excelente sendero con sus buenos repechones al que hemos bautizado como el corriol del Rosa, pues fue ella quien se lo enseñó a R1.

Para terminar, al sol de este excelente día primaveral, unas buenas cervezas y bravas en Can Rodón, en Cabrera de Mar pues los 45 Km. con 1.250metros de desnivel positivo se lo valían.