Hoy tocaba la finalización del periodo de rodaje de la nueva
Epic de Norris. Para ello debía bautizarla por un recorrido con trileras
exigentes y a por ello hemos ido junto a él Adolfo, Batxi, Quique y Racing.
El día amaneció muy húmedo después de la lluvia nocturna,
pero con las primeras luces del día partimos para Vilassar de Dalt para subir
por la Pared Seca y poner ritmo pistero hacia Sant Bartomeu de Cabanyes.
Tomamos un tramo de pista del Meridià Verd bajando dirección a La Roca para
desviarnos por el sendero que nos lleva hasta la pista que viene de la cantera
de Òrrius.
Una vez allí giramos inmediatamente a la izquierda para
enlazar diferentes tramos que nos llevan a la primera trialera del día, con una
bajada larga, entretenida, con tramos rápidos pero con muchos puntos donde
poner los cinco sentidos pues el terreno está muy resbaladizo. En esta parte de
la Serralada el día es triste, nos invade la niebla pero a la vez nos deja
contemplar los bosques en su máxima belleza.
Una vez abajo seguimos por el sendero de los perros, que
poco a poco nos remonta otra vez a la pista del Meridià Verd. La cruzamos para
seguir el sendero que parte allí mismo y nos atrevemos a seguirlo, terreno
desconocido. El sendero por entre el bosque se disfruta hasta que vemos
diferentes caminos a tomar y nos vamos guiando de la intuición hasta perdernos en un lugar sin salida. Improvisamos
varias opciones hasta encontrar una vía de descenso, campo a través, que nos
lleva a la carretera que va desde La Roca del Vallés hasta Orrius, pero a tocar
del pueblo de La Roca.
Decidimos remontar 500 metros de asfalto para girar en otro
sendero, tras una cadena e ir enlazando tramos divertidos, algunos con mucha
arena, otros con barro, también con piedra, atravesamos riachuelos y poco a
poco subiendo nos plantamos junto a la Pedra de la Oreneta donde Batxi decide
regresar por pista pues tiene que estar temprano en casa.
El resto vamos a por el plato fuerte del día, remontar la
trialera de la Pedra de l’Oreneta. Un sinfín de tramos exigentes plagado de
rocas y raíces que ponen a prueba tanto las bicis, la habilidad, como la fuerza
del ciclista. Hoy tenemos que desmontar más de la cuenta pues la humedad hace
que perdamos mucha tracción, pero así Norris tiene la oportunidad de exigir al
máximo y conocer los límites de su nueva bici.
Remontamos hasta Sant Bartomeu y tomamos el sendero paralelo
a la pista con sus buenos tramos trialeros. Una vez en la Roca d’en Toni
bajamos por la Granota y seguimos por el Cactus para terminar la jornada en
Vilassar de Dalt.
Sin duda ha sido una salida muy entretenida, que a pesar de
su dificultad técnica hemos resuelto en buen tiempo pues hemos pedaleado 3:20
h. recorriendo 40 Km. con 1.000 metros de desnivel positivo acumulado clavados, sin
prisas pero sin muchas pausas que nos ha permitido, de regreso al Maresme,
comentar la jornada junto a una cerveza con un agradable sol, lejos de los
bosques húmedos y con niebla.
Hoy no hemos tenido incidentes mecánicos y como no vino
Víctor, nadie rompió el cambio y solo un par de caídas sin importancia debido a
la pérdida de tracción en las subidas ha sido lo más anecdótico de hoy.
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