La ruta prometía paisajes bonitos y no ha defraudado, además
nos ha regalado preciosos senderos que recorren una naturaleza voluptuosa con
cingles espectaculares, vistas increíbles, bosques encantados y fauna diversa.
Todo ello suma a una ruta que en lo ciclista no es muy exigente y con la
salvedad que hay unos cuantos tramos donde es necesario poner el pie a tierra y
patear un rato.
Solo salir de Cantonigrós empieza una subida tendida por
entre el bosque y por pista que pronto nos descubrirá los encantos de la ruta
con una bajada trialera que poco a poco nos acerca a las vistas espectaculares
que ofrece esta sub-comarca dentro de Osona bordeando riscos y barrancos, a
veces a tocar del vacío. Esta primera parte nos acerca al precioso pueblo de
Rupit que saboreamos en un instante pues no hay mucho tiempo para pararnos.
Seguimos hasta encontrar Sant Joan de Fàbregues, pasando por
el Salt de Sallent y hacer fotos en el Cingle de Pujolràs que nos acerca a
Castellet. Más a delante encontramos tramos donde cruzamos prados inmensos sin
sendero aparente hasta llegar a una zona algo estrecha donde la senda se queda
en 2 palmos de ancho resiguiendo de muy cerca en el borde del espectacular
Cingle de Casadevall, allí nos encontramos rodeados por cabras montesas que
parecen más asustadas que nosotros.
Seguimos resiguiendo los riscos por el Cingle de Goleró
hasta llegar al Far donde paradoms 5 minutos siguiendo por la cinglera de Clarà
con vistas a la comarca de la Garrotxa a nuestros pies hasta llegar a las cercanías
de la Salud donde Norris nos esperaba con agua fresca. Luego subimos hasta el
Santuario y tras comentar la jugada unos minutos y admirar una vez más las
vistas que nos ofrece reanudamos para hacer los últimos 14 kilómetros.Hasta
aquí la ruta se ha hecho con una velocidad media baja, las paradas obligatorias
para admirar el paisaje y hacer fotos y la dureza del terreno plagado de
senderos revirados y trialeras lentas se han sumado a un problema con el cambio
de Eric.
El resto de la ruta ha sido mucho más placentero por el tipo
de recorrido, al menos a esas alturas del día, más pista nos ha acercado al
Coll de Pruit y al Collet de Pixanuvies para luego subir por una larga tiralera
de roca vista que ha hecho las delicias de los bikers más técnicos y aún con
fuerzas, por allí reconocemos las señales de un GR que ya nos llevará de nuevo
a Cantonigròs.
Ha sido una ruta de auténtico Mounain Bike en la que al
menos yo me lo he pasado en grande y que hemos rematado comiendo antes de
regresar para casa.
El nombre de las mil puertas se lo hemos puesto ya que los
senderos pasan por infinidad de cercados donde pastan las vacas y entre cercado
y cercado electrificado hay puertas, en ocasiones simples alambres, que uno
debe abrir para pasar y luego cerrar. Al principio ha hecho gracia pero en la
enésima parecía el cuento de nunca acabar, aunque de alguna manera nos ha
servido para irnos reagrupando.
Los números de hoy han sido 45 Km en 4:10 de pedaleo con 1.250
de desnivel positivo acumulado.
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