Dos subidas fuertes
han marcado la salida de hoy donde se trataba de conocer la comarca
del Pla de l'Estany en los alrededores del norte y oeste de Banyoles.
Quedamos a las 7 de la mañana en el poli de Premià aunque uno (un
servidor) se duerme y llega tarde, cogemos la autopista y recogemos al
Lapiero en el área de servicio de Tordera y pasamos de largo del R1 que
nos esperaba a la entrada de Banyoles, pero con una llamada lo
arreglamos y aparcamos junto al Lago de esta localidad, capital del Pla
de l'Estany.
La ruta inicialmente discurre sobre terreno llano, primero bordeando el Lago de Banyoles para subir hacia el norte por pistas asfaltadas entre terrenos agrícolas. Se trata de una ruta circular cuyo inicio lo hemos hecho a nuestra conveniencia hasta llegar a los alrededores de Serinyà donde está la salida oficial. Luego cruzamos el pequeño municipio de Serinyà y pocos kilómetros más tarde empieza la primera subida.
Destacar que la ruta tiene poco más de 800 metros de desnivel pero que
de estos, 700 se realizan en pocos kilómetros concentrados en dos
subidas imponentes. La primera de ella, sobre el Km 20, enseguida se
pone cuesta arriba con desniveles considerables y discurre por un camino
con muchas piedras que dificultan aún más la ascensión. Al llegar a la
cima descansamos unos minutos aprovechando para comer algo e iniciamos
la bajada que se convierte en peligrosa por las piedras y uno tiene que
poner los cuatro sentidos en ella para encontrar la mejor trazada.
Pasamos el río El Ser con unos 4 kilómetros llanos con algún repechón para iniciar la segunda subida que aunque menos larga también tiene buenos desniveles aunque solo son 3 Km. Nueva bajada, esta vez más cómoda hasta las inmediaciones de Sant Miquel de Campmajor para encontrar una zona de sube y baja constantes hasta Santa Eugènia donde solo queda la última bajada y luego rodear el Lago hasta el primer bar abierto.
Sin ser espectacular ha sido una buena ruta que nos ha permitido conocer lo que puede ofrecer la comarca y donde hemos disfrutado de la bici y de la compañía. Debo destacar lo que engañan o quieren engañar algunos. El Norris ni se ha tomado un solo gel, sobran las palabras. El Adolfo que se quejaba que no estaba bien pero en las subidas más fuertes el tío se ponía el primero ¿?. El Quique que es un sobrado, el sobrao, nuevo mote y no hay quien le tosa. El Killer desmotivado pero ha acabado tirando del grupo como si hubiera sprint al final. El Batsi que decía que estaba reventado pero que no se despegaba del grupo más de 10 metros. El R1 que se echa un pitillo a la que paras a comprobar un cruce y luego te adelanta dos veces para que te des cuenta que te ha pasado. El Lapiero en su salsa con sus comentarios ácidos dentro del pelotón haciendo guerra psicológica, ¿alguien lo ha visto cansado alguna vez?
Lo malo del día ha sido la falta de agua. Una fuente señalizada que vemos y no existe y encima llegamos, pedimos unas cervezas y al Killer se le ha evaporado en un minuto, misterio biker. Luego un bocata para reponer fuerzas y carretera y manta y en un rato en casa.
No han habido incidencias graves pero si dos de mecánicas. A mitad de la ruta Batsi ha sufrido un pinchazo en una bajada que casi lo echa de la pista, parche y listos. Casi al final cuando solo quedaban unas pocas subidas el cable del cambio de Quique se ha roto y lo ha obligado a sufrir en las subidas siguientes.
3:08 h.
45 Km.
815 metros desnivel acum. positivo
La ruta inicialmente discurre sobre terreno llano, primero bordeando el Lago de Banyoles para subir hacia el norte por pistas asfaltadas entre terrenos agrícolas. Se trata de una ruta circular cuyo inicio lo hemos hecho a nuestra conveniencia hasta llegar a los alrededores de Serinyà donde está la salida oficial. Luego cruzamos el pequeño municipio de Serinyà y pocos kilómetros más tarde empieza la primera subida.
Pasamos el río El Ser con unos 4 kilómetros llanos con algún repechón para iniciar la segunda subida que aunque menos larga también tiene buenos desniveles aunque solo son 3 Km. Nueva bajada, esta vez más cómoda hasta las inmediaciones de Sant Miquel de Campmajor para encontrar una zona de sube y baja constantes hasta Santa Eugènia donde solo queda la última bajada y luego rodear el Lago hasta el primer bar abierto.
Sin ser espectacular ha sido una buena ruta que nos ha permitido conocer lo que puede ofrecer la comarca y donde hemos disfrutado de la bici y de la compañía. Debo destacar lo que engañan o quieren engañar algunos. El Norris ni se ha tomado un solo gel, sobran las palabras. El Adolfo que se quejaba que no estaba bien pero en las subidas más fuertes el tío se ponía el primero ¿?. El Quique que es un sobrado, el sobrao, nuevo mote y no hay quien le tosa. El Killer desmotivado pero ha acabado tirando del grupo como si hubiera sprint al final. El Batsi que decía que estaba reventado pero que no se despegaba del grupo más de 10 metros. El R1 que se echa un pitillo a la que paras a comprobar un cruce y luego te adelanta dos veces para que te des cuenta que te ha pasado. El Lapiero en su salsa con sus comentarios ácidos dentro del pelotón haciendo guerra psicológica, ¿alguien lo ha visto cansado alguna vez?
Lo malo del día ha sido la falta de agua. Una fuente señalizada que vemos y no existe y encima llegamos, pedimos unas cervezas y al Killer se le ha evaporado en un minuto, misterio biker. Luego un bocata para reponer fuerzas y carretera y manta y en un rato en casa.
No han habido incidencias graves pero si dos de mecánicas. A mitad de la ruta Batsi ha sufrido un pinchazo en una bajada que casi lo echa de la pista, parche y listos. Casi al final cuando solo quedaban unas pocas subidas el cable del cambio de Quique se ha roto y lo ha obligado a sufrir en las subidas siguientes.
3:08 h.
45 Km.
815 metros desnivel acum. positivo
BY RACING-BCN
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