Después de una semana en el desierto, el Norris ha tenido tiempo para pensar, que a su edad ya le cuesta, con una salida de las que marcan a cualquier ciclista que se precie, de esas que los franceses dirían " hors catégorie ". Si el domingo pasado enlazamos senderos preciosos camino de la roca de la Oreneta, hoy lo hemos rematado con una Torrassa del Moro.
La convocatoria estaba pendiente de confirmaciones y finalmente ni la Bamba ni el Juacs ni el Pelayo se animaron pero si estuvimos el Kiler, Adolfo, Lapiero, Norris, Quique, Racing, con la visita de Pipers que tras una lesión importante se ha reenganchado a la bici. Empezamos la salida dirección Vilassar de Dalt y en La Poma nos encontramos con Xavi y Miquel de los Premià de Dalt BTT y deciden venir con nosotros. Subimos por los senderos paralelos a la Paded Seca hasta el desvío donde dejamos la pista principal y seguimos por la derecha.
Pasamos por la Roca d'en Toni y seguimos para girar a la izquierda por la pista que va hacia Sant Bartomeu. Giramos a la izquierda por la trialera que nos lleva hacia la antena y a mitad de camino perdemos a Miquel, lo buscamos por arriba, por abajo, por la pista y ni rastro de él. Lo damos por extraviado y seguimos a por los senderos de la semana anterior que nos llevan hacia la roca de la Oreneta.
Desde allí seguimos dirección a La Roca por senderos conocidos pero no menos espectaculares hasta la carretera de La Roca a Orrius. Antes Kiler decide volver para casa para cumplir con sus deberes familiares. Cruzamos la carretera para coger un tramo conocido de la Prehistórica que tanto nos gusta, aunque es más bonito en invierno, y que esta vez hacemos de subida, hasta la urbanización donde bajamos hasta la fuente de la carretera de Llinars a Dosrius. De allí último esfuerzo de subida hasta la Torrassa del Moro donde aprovechamos para visitarla y enseñársela a Pipers.
La vuelta es anodina por la riera de Argentona pero antes nos deleitamos una vez más, y no nos cansamos, con el interminable Dragon Khan, luego Canadá, riera de Argentona, Camí del Mig y cerveza en El Espinaler.
4:00 h.
55 Km.
1.100 metros de desnivel positivo.
Solo dos incidentes han tenido lugar hoy al margen de la pérdida de Miquel que no sabemos por donde se ha metido y espero que esté bien. Al Norris se la cae la bici a pedazos y hoy su plato mediano pedía un cambio a gritos, por otro lado una zarza se las ha tenido que ver con Quique y éste último con su cuerpañón cuarentaañero ha tenido las de perder con heridas punzantes en su napia prominente. Por suerte se ha desquitado y ha hecho las paces con el mundo pagando las cervezas a costa de su cumpleaños.
Pasamos por la Roca d'en Toni y seguimos para girar a la izquierda por la pista que va hacia Sant Bartomeu. Giramos a la izquierda por la trialera que nos lleva hacia la antena y a mitad de camino perdemos a Miquel, lo buscamos por arriba, por abajo, por la pista y ni rastro de él. Lo damos por extraviado y seguimos a por los senderos de la semana anterior que nos llevan hacia la roca de la Oreneta.
Desde allí seguimos dirección a La Roca por senderos conocidos pero no menos espectaculares hasta la carretera de La Roca a Orrius. Antes Kiler decide volver para casa para cumplir con sus deberes familiares. Cruzamos la carretera para coger un tramo conocido de la Prehistórica que tanto nos gusta, aunque es más bonito en invierno, y que esta vez hacemos de subida, hasta la urbanización donde bajamos hasta la fuente de la carretera de Llinars a Dosrius. De allí último esfuerzo de subida hasta la Torrassa del Moro donde aprovechamos para visitarla y enseñársela a Pipers.
La vuelta es anodina por la riera de Argentona pero antes nos deleitamos una vez más, y no nos cansamos, con el interminable Dragon Khan, luego Canadá, riera de Argentona, Camí del Mig y cerveza en El Espinaler.
4:00 h.
55 Km.
1.100 metros de desnivel positivo.
Solo dos incidentes han tenido lugar hoy al margen de la pérdida de Miquel que no sabemos por donde se ha metido y espero que esté bien. Al Norris se la cae la bici a pedazos y hoy su plato mediano pedía un cambio a gritos, por otro lado una zarza se las ha tenido que ver con Quique y éste último con su cuerpañón cuarentaañero ha tenido las de perder con heridas punzantes en su napia prominente. Por suerte se ha desquitado y ha hecho las paces con el mundo pagando las cervezas a costa de su cumpleaños.
BY RACING-BCN
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