Entre el mar y la montaña

Hoy nuestra zona estaba tomada por varios eventos, una caminata popular, la cicloturista Orrienca y boletaries por todas partes y decidimos hacer una salida por el sur, que también existe. Manolo preparó a conciencia unos recorridos que prometían y a ello fuimos.

Yo no tuve casi tiempo de mirar muy bien los tracks, cosas de tener un fin de semana ajetreado, y finalmente Manolo no pudo acudir a la cita, así que no podíamos esperar mucho de la ruta. Por suerte tenemos la alegría de la reaparición de Diego, que desde la primavera no le veíamos el pelo.

Partimos con el fresco del día recién amanecido  por el paseo dirección Badalona, ritmo tranquilo, hermosas vistas del mar hasta la estación de tren para subir por el barrio de Lloreda dirección a Montigalá. El primer track de Manolo me pareció que tocaba mucho asfalto y evitamos la subida por Can Ruti, haciendo la subida más habitual por la zona con sus típicos senderos sin mucha gracia, sin bosque, solo matorrales.

Improvisamos algún que otro tramo y enlazamos con el track en la cima de la Vallensana. Todo indicaba que seguiríamos por la Criminal hasta el primer vigía, pero el track nos desvía hacia un sendero interesante que tiene su parte negativa ya que ha sido invadido por caminantes, motos y ciclistas, hay más gente aquí que en el paseo marítimo. El sendero se va complicando hasta dar con un giro que no vemos claro.

Empieza aquí la tormenta Ciclópata, es decir, un tramo muy largo donde no poder dar pedales y caminar, o más bien escalar durante 30 minutos por una zona ya de por sí complicada de subir sin la bici a cuestas. La subida nos ha llevado hasta el poblado ibérico de Puig Castellar y luego de descansar un poco hemos vuelto al track previsto hasta el primer vigía. Ahí parece que el track sigue pista, se mete en un sendero pero sobre el terreno no parecía claro, así que improvisamos y vamos a buscar una bonita trialera y posterior sendero que parte justo detrás del vigía y nos acercamos hasta el Seminario.

Enlazamos una vez con el recorrido y vamos pisteando dirección norte hasta un momento en que este nos enviaba hacia abajo por una pista forestal y decidimos seguir el camino de regreso por el camino conocido.

Tras pasar por Font de Cera, en Alella, seguimos el GR, con el sendero típico que va por detrás del Pla de Teià para luego bajar hasta esta población por la trialera que hace un montón que no bajábamos.

No ha salido la ruta que esperábamos, pero pese a las quejas de algunos (la minoría concentrada en Norris) hemos podido disfrutar de un día magnífico, cielo azul, temperatura agradable y de una zona donde vamos poco y que otra vez regresaremos para conocerla mejor., y además de poderla compartir con Diego.

Hoy no hemos llegado a los 1.000 metros de desnivel positivo con 48 kilómetros así que no ha sido una ruta para nada exigente.