Sólo uno...

Si la semana pasada la crónica se titulaba “Sólo Dos”, esta semana no llega ni a eso…

Y es que ayer por la mañana en el Polideportivo de Premià no había Ciclópatas, no había ciclistas….sólo alguna barrilla que rodaba calle abajo, por lo que la pasada fue brevísima a ver si alguno se había caído de la cama, o si la cena del viernes había motivado a otro.
Nada de nada, los viejos Ciclópatas, que se acercan a la tercera edad, ya van buscando actividades más tranquilas como correr o caminar por la montaña. La moda del running ha calado en los ex ciclistas y algunos otros se van abriendo camino en alguna modalidad de ciclismo que exija menos esfuerzo cardíaco, que a esas edades ya no es lo mismo que antes… :D
Buena excusa tenía Xavi, que se ha levantado a las 4 para ir hasta Puigcerda ya que se había apuntado a una carrera de bici de Carretera.

Así quedó constatado en la cena del viernes pasado, al que asistimos algunos, y en la que nos reencontramos con antiguos ciclistas, esos que se han pasado al lado oscuro, ya miran de crear una división running, cuidado que lo siguiente es la división de petanca.
Hubieron además sentidas ausencias, que por diversos motivos se perdieron la cena, pero los que sí que acudieron son todos los que normalmente no lo hacen al polideportivo, a esos que no encontrarás encima de una bicicleta, pero están en cada cena o comida… a los que vemos dos veces al año y al que poco a poco se siguen sumando adeptos.

Con este panorama, cargo un track que me permita ganar kilómetros después de dos semanas de tener la bici colgada… Me decido por ir hasta el Santuari del Corredor y repetir una ruta que hicimos con Xavi y Roger hace poco más de un año. La idea es ir por montaña por la vía más directa y volver por la playa, aunque el track original volvía por carretera. Non stop.

Subo entonces por la pared seca, y a mitad de subida me desvío por la Font D’en Dirol para ir directo a la Roca d’en Toni sin pasar por la Creu. A partir de ahí, subo y bajo hasta la ermita de Can Bartomeu a pie de carretera. Una vez cruzada, cojo el camino de la derecha, que tanto gusta a Adolfo, que en vez de bajar a la Roca, sigue dirección a Parpers. Luego atravieso la pista y vuelvo a coger el sendero que nos deja en la carretera de Parpers, poco más adelante de la gasolinera abandonada. Desde aquí sigo por los senderos que nos dejan en la pista que baja a la urbanización de Sant Carles, pero poco antes sigo el sendero que se adentra en el campo y aparece justo debajo de la urbanización, casi en la carretera del Collet.
Aprovecho la sombra de un árbol para hacer una parada y comer una barrita. A partir de ahí comienza la subida de la Torrassa, que hago a buen ritmo hasta llegar al parking, sin entrar hasta el torreón. Desde ahí queda bajar hasta Can Bordoi, donde pensaba reponer agua, pero para variar, la fuente está seca y tras una
rápida parada bajo hasta la carretera donde comienza el último ascenso hasta el Santuari. Una subida un pelín aburrida para ir en solitario, pero que se me hace corta entre llamadas y mensajes. He vuelto a parar en el merendero a reponer el bidón, y una vez arrivado al objetivo del día me paro cinco minutos a tomar una Coca Cola. Desde allí es casi todo bajada hacia Mataró, bajando por la Creu de Rupit y poco antes de Can Bruguera giro a la izquierda para bajar directo. Por ir bajando sin mirar el GPS he tenido algunas salidas del track, que me han costado algunas remontadas, pero son gajes del seguidor de tracks.

Como el día no podía acabar sin cerveza, he pasado a visitar a Roger, que me esperaba con una heladísima cerveza, y unas tapas para picar.

Ha salido una ruta redonda, donde sin duda hubiera disfrutado más con compañía, pero todo no se puede… En total poco más de 60 kilómetros con casi 1.300 metros de desnivel positivo acumulado.
Espero eso sí, que este próximo domingo contemos a más ciclistas en el punto de encuentro.
Aquí os dejo las fotos de mi salida de ayer, algunas de la cena del viernes, y el track de la ruta.


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