Premià-Sitges

106 Km en 7:25h. de pedaleo con 2.450 metros de desnivel positivo no lo hacemos todos los días y por ello esta primera Premià-Sitges pasará a la historia Ciclópata con honores.

Batxi, Quique, Adolfo y Racing hemos realizado esta dura ruta a las 7h. y lo cierto es que ha ido todo muy bien, algún percance sin importancia y algún momento de angustia en un día en el que ha lucido el sol de lo lindo y hemos tenido que terciar con temperaturas de 35 grados.

Para facilitar la lectura he dividido la ruta en tramos:

Premia-Barcelona. Tramo conocido por todos subiendo por Teià, pasando por Alella Park,  9 Pins, Seminario, subida hasta casi tocar el primer vigía y bajada por la criminal donde venían de cara cientos de ciclistas. Bajamos por la Vallensana por Sant Geroni de la Murtra hasta Santa Coloma y el río Besós para hacer un tramo de ciudad hasta la Plaza Karl Marx.

Collserola. Subida desde Karl Marx hasta el Passeig de les Aigues sin tocar carretera y desde allí hasta la Font Groga donde paramos a comer algo, luego hemos ido por la torre de Collserola, Vallvidriera, la ermita de Santa María de Collserola y sin mucho desnivel hasta la Plaza Mireia por donde hemos realizado un descenso por trialera hasta las afuera de Sant Just Desvern.

Civilización. Seguimos por caminos forestales dirección Sant Feliu de Llobregat donde toca coger asfalto para ir a cruzar el río Llobregat (y la autopista, el tren de cercanias, el Ave, la ronda Litoral …) para entrar en Sant Vicenç dels Horts y empezar las subidas de verdad ya en montaña.

 

Lo duro. La primera subida desde Sant Vicenç ya nos ha avisado que no sería fácil y entre el kilómetro 57 y el 71 ha sido un no parar de bajar un poquito, en ocasiones por trialeras y subir mucho con fuertes rampas. Las peores, por monótonas, las de unas urbanizaciones de Cervelló y Vallirana. La traca final con dos largas subidas por una pista rota que nos ha llevado hasta un punto geodésico desde donde la ruta se ha hecho más llevadera.

Begues. En los últimos kilómetros ya no teníamos agua y Quique andaba un poco desesperado pidiendo a gritos un descanso y una cocacola. Decía que no podría con más subidas. Por suerte la ruta se ha suavizado y hemos encontrado una pequeña fuente que ha aliviado las fuerzas y poco a poco hemos llegado a Begues donde hemos comido en una terraza de un bar y los ánimos se han calmado.

Garraf. Ha sido la parte más placentera, con solo dos tramos de subidas llevaderas y el resto en bajada, hemos parado 2 minutos en el Monasterio Budista y hemos continuado plácidamente hasta Sitges donde nos hemos refrescado con cerveza y Quique ha remojado sus pies en el mar. Sin tiempo para hacer turismo hemos regresado en tren. Justo a la entrada de Sitges hemos encontrado un lugar donde lavar las bicis que habían terminado con un dedo de polvo y arcilla.

Al margen de los 10 o 15 Km de fuertes subidas donde Quique ha maldecido 100 veces en voz alta la ruta y a su organizador solo tres incidentes a destacar. Un pinchazo de Adolfo, una caída sin importancia también de Adolfo y una caída tonta de un servidor que ha sido de película risa de cine mudo. He bordeado un gran charco arcilloso por la derecha y la bici se me ha enganchado en un arbusto haciéndome caer completamente en el charco poniéndome perdido de arcilla.