diumenge, 19 de maig del 2013

Naturaleza salvaje

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Hoy hemos comprobado la fuerza de la primavera pues uno de los tramos lo vegetal invadía el sendero por el que transcurríamos sin ni siquiera ver la senda por la que debíamos ciclar, si a ello le sumamos que en un tramo el desnivel nos obligaba a tocar con el culo la rueda trasera la emoción estaba servida.

Quique, Víctor, Adolfo y Racing hemos esperado unos minutos a ver si sonaba la campana y Kiler-bike se asomaba por el poli de Premià de Mar y al ver que no aparecía hemos tomado dirección Cabrils para subir por el interior de la Mútua y una vez arriba seguir por la cadena por las variaciones habituales, enlace del Kiler, Bruja, un corto tramo de la Guapa para desviarnos en la primera curva e ir a buscar la Fea, paralela a la guapa pero más rota hasta llegar a Orrius.
 
Luego hemos seguido por el sendero que parte justo al cruzar la carretera y tomando la trialera de la derecha que poco a poco va remontando metros de sendero, siguiendo hasta encontrarnos con un depósito de agua para girar a la izquierda y seguir un single track muy estrecho que pasa pegado a diferentes propiedades con una vaya a la derecha y que como decía antes se va espesando hasta desaparecer entre la naturaleza. Es un tramo sorprendente y divertido que termina en un bosque donde cuesta mucho encontrar la trazada correcta.
 
Ya dentro del bosque hay que descender entre los árboles unos 20 metros para encontrar otro sendero que poco a poco se convierte en pista y que nos lleva hasta la pista que viene desde debajo de la autopista C60 y que va hacia Orrius, allí remontamos un centenar de metros para empezar la larga trialera de subida que nos lleva hasta casi el Coll de Parpers, aunque antes de llegar al Sacacorchos giramos a la izquierda para seguir el sendero paralelo a la pista.

Antes de empezar a bajar dirección a la cantera de Orrius, tomamos una pista a la derecha y la seguimos un par de kilómetros para encontrar una rápida, variada y excelente trialera de bajada que nos lleva hasta el sendero de los perros y luego hasta el Meridià Verd, la pista que viene de la Roca, la cruzamos y seguimos por el sendero que nos llevará hasta la carretera de La Roca a Orrius, cruzando la carretera seguimos por otra senda pasando por una cadena para hacer la ruta de regreso.
 
Toca remontar la Serralada, aunque al principio la senda sube y baja por parajes bonitos no tarda mucho en ser un viaje de solo subida, es un tramo muy variado con zonas limpias y otras con mucha piedra y que desemboca en una pista que todos reconocen pues está a dos minutos de la Pedra de l’Oreneta. Sin pararnos en la Pedra de l’Oreneta empezamos a remontar la trialera que siempre hacemos de bajada, es el tramo más difícil técnicamente con trozos de auténtico trial pero puede ser que es el que más disfrutamos, una buena subida plagada de piedras, raíces y continuos repechones con buena inclinación nos llevan dirección al Dolmen de Cèllecs siguiendo hasta llegar a Sant Bartomeu.
 
Luego, ya con la faena hecha, tomamos la pista pasando por la Roca d’en Toni y bajando hasta Vilassar de Dalt por la Granota y los laterales de la Pared Seca a todo trapo saboreando hasta el último suspiro la belleza que nos regala la Serralada del Litoral en forma de senderos y trialeras.
 
Suena redundante pero hoy todo ha ido sobre ruedas, incluso Quique y Víctor, que hacía semanas que no tocaban la bici, han llegado muy enteros, siguiendo el ritmo sin problemas, subiendo y bajando sin más incidencias, bueno, de vez en cuando Quique le daba por caerse, pero ya no le hacemos ni caso, ya no es anécdota, es lo normal, tampoco hablaremos de sus pedales pues es norma habitual tener que verlo ajustándolos cada dos por tres.
 
A lo tonto, sin más pretensión que disfrutar un rato de bici y de la compañía, hemos hecho 41 Km con 1.120 metros de desnivel positivo en 3:30h. de pedaleo que no está nada mal teniendo en cuenta por las zonas por las que hemos pasado donde la habilidad por mantenerse encima de la bici en subida es el mérito principal y donde la velocidad es obligatoriamente la de una hormiga, eso sí hormiga Ciclópata, que no es cualquiera, pues en la Pedra de l’Oreneta unos bikers casi nos hacen la ola al vernos remontar la trialera, la cual pensaban que la imposible de subir.
 
El próximo domingo más, aunque yo no estaré, pues estoy inscrito en la marcha BTT Llerona-Puigraciòs. Si alguno me quiere acompañar ya sabe.

 

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