Premià-Blanes. Carretera

Pocas crónicas tenemos con la bici de carretera. Lo cierto es que somos poco aficionados a ella. Fue Norris quien nos convenció en un par de ocasiones en probar el asfalto alquilando para ello las bicis y hacer alguna machada como subir a Montserrat desde Premià. Luego fue él mismo quien, aún no sabemos los motivos, se compró una flaca esta primavera. Luego unos pocos le hemos seguido la iniciativa, aunque Batxi ya estaba enganchado antes de unirse a nuestro grupo.

Este verano hemos realizado alguna salida, la mayor parte han sido salidas suaves que culminaron a principios de noviembre con algo más serio cuando nos atrevimos a subir por el Montseny hasta Collformic. Una bonita salida que no acabó tan bien pero que recordamos con afecto.

Hoy nos reunimos el mismo Norris, Pelayo y Racing para hacer una salida tranquila por la N-II, con el objetivo de ir y volver con tranquilidad hasta Blanes. Así que a las 9h nos encontramos en Vilassar de Mar para iniciar la ruta. La temperatura es fresca pero no fría y cuando el cuerpo empieza a funcionar alcanzamos una sensación confortable. Los tres juntos hemos ido a ritmo tranquilo hasta Blanes donde el frío ya era más evidente. Paramos en la primera rotonda a comer algo antes de iniciar el regreso.

Por suerte el viento nos ha respetado y hemos podido hacer vía sin incidentes ni esfuerzos excesivos todo el recorrido, aunque a la vuelta Norris ya iba algo cansado de piernas y se quedaba rezagado tampoco eran tantas las diferencias. Nos reagrupamos en Mataró y vamos hasta Vilassar de Mar para sentarnos en la primera terraza de bar que hemos encontrado para cumplir el protocolo ciclópata: birras y bravas.

Ha sido un buen entrenamiento con poco tráfico para la salida por montaña dominguera de mañana. A mí me han salido 81 Km con un desnivel casi plano en 3 horas de pedaleo, que bien van para ganar fondo de cara al 2014, que espero esté lleno de trialeras y senderos, que para eso entrenamos donde haga falta, aunque sea en asfalto. Esta pequeña crónica  va a sorprender a alguno, pues se dará cuenta que hemos salido por carretera con Norris y no hemos pinchado ni ha llovido!