Este ha sido un fin de semana distinto y peculiar marcado
por la falta de entendimiento entre el hombre y la tecnología que nos ha
llevado a lugares interesantes por donde no deberíamos haber pasado o bien lo hubiéramos
tenido que hacer al revés, vamos un desastre por la incertidumbre que conlleva estar
pendiente de interpretar lo que quiere decir el puñetero GPS.
Torrassa Xtrem al revés |
Puede que ayudan las bajas temperaturas en las dos salidas,
pero el hecho es que nos volvimos locos en el intento. El sábado partimos con
un grupo del CC Btteros desde Llinars del Vallés con -1 grados centígrados en
el termómetro para seguir el recorrido de la Torrassa Xtrem que se realizó este
verano. Aunque vamos con varios GPS sin darnos cuenta hacemos el recorrido al
revés y aquello que deberían ser bonitas y divertidas trialeras de bajada las
tenemos que hacer de subida, es decir a pata. El recorrido es corto, 29
kilómetros, pero aunque por el camino disfrutamos de algunos buenos senderos
acabamos con solo 20 Km y con la sensación de haber hecho el primo.
Perdidos por el Montnegre |
El domingo nos acercamos a Sant Celoni con la intención de
seguir el track de la Montnegre 2015 junto a Xavier Ruiz, Xavier Gascón y Oscar
del BTT Premià de Dalt pero el puñetero GPS no quiere despertar y la pantalla
se bloquea cada dos por tres, además como en el día anterior desaparecen la
flechas que indican el sentido de la marcha. Pese a muchas indecisiones
iniciales conseguimos a trancas y barrancas seguir el rumbo. Pese a que las
subidas no son muy largas por el camino se sucede algún que otro repechón
durillo.
En mitad de la ruta el GPS hace de las suyas y cuando
despierta estamos lejos del recorrido previsto pero como es muy moderno nos
indica una ruta alternativa para enlazar con el track original por lo que
bajamos y volvemos a ganar desnivel aunque no por diversión. Con la temperatura
subiendo la cosa se normaliza y aunque nos hemos saltado un buen tramo seguimos
con el resto que nos descubre buenos paisajes y la gran diversidad de senderos
que ofrece la zona.
Se trata de un recorrido agradable, para nada técnico, apto
para todo el mundo. Hemos terminado la ruta con 37 Km y 1.100 metros de
desnivel positivo que bien han valido como excusa para una cerveza.
Ahora, después de estos dos semi fiascos solo nos queda que
volverlo a intentar otro día, eso sí, con el aparatito en condiciones.