Se puede decir que hay una salida a la que estamos
enganchados, y esa es la Transmaresme Ciclópata.
Cada año por estas fechas nos
esforzamos para coincidir un fin de semana y recorrer la comarca del Maresme de
punta a punta saliendo desde Tordera y acabando en Teia.
Este año habían dos hechos especiales, era la primera vez que
contábamos con un abuelo en el grupo (y es que Roger se nos hace mayor…) y por
otro lado contábamos con la abultada presencia de los VDM, nuestro club vecino que
se ha animado a venir.
La salida se compondría por los Ciclópatas Xavi,
Roger, Batxi, Edu, Diego y Víctor; un
casi Ciclópata David con el que hemos coincidido muchas veces y conoce
infinidad de senderos, y por los VDM (Jordi, Jaume, Marc, Rectoret y Josep María), también nos acompañó un rato
Jordi de Tordera.
A las 6:30 bajo una gélida lluvia de otoño (¡¿hombre, por
cuatro gotas no vamos a dejar de salir no?!) Nos encontramos en la estación de
Premià de Mar algunos, y por el camino íbamos recogiendo al resto de bikers,
con ganas de darle al pedal.
Poco después de las 8, después de la tradicional foto de rigor,
salimos, a buen ritmo principalmente para sacarnos el frío de encima, todos ataviados
con ropa de invierno ya.
Dejamos atrás la carretera y nos adentramos en la pista que
nos acompañará gran parte del camino, dirección Hortsavinyà.
Poco antes de Can Benet, Rectoret pincha y entre una cosa y
otra la reparación nos lleva mucho más de lo imaginable, y es que pasa de todo, válvula
corta, bomba que no hincha, una
bombona de CO2 que se lleva el obús y demás incidencias que nos retienen, pero “por
suerte”, de 13 bikers, fue la única rotura de la travesía!! Aquí estuvimos unos
45 minutos a 6 grados y ya había algunos que si hubieran tenido mechero
hubieran hecho una hoguera…
A partir de ahí nos queda una entretenida subida que nos
acerca al restaurante de Sant Martí de Montnegre, donde la agilidad del
personal, fruto de la dilatada experiencia en hacer bocadillos, nos entretienen
otro buen rato. Esto ya nos hace sospechar que la ruta puede acabar antes de lo
previsto, que es llegar a Teia cruzando toda la comarca.
Después de comer, como es habitual, toca subir…. Y unos
kilómetros más adelante llegamos a Collsacreu, donde Rectoret nos abandona,
tiene que ir hinchando su rueda trasera cada pocos kilómetros y así no le
resulta nada placentera la ruta.
Poco más adelante nos abandonan otros dos bikers, Roger y
Josep María a los que el tiempo se les ha echado encima y tienen compromisos
que atender.
Llegando a la pista del corredor Edu y David, seguidos por Xavi,
cansados ya de tanto camino, tienen la idea de coger los senderos que
transcurren paralelos a la pista que son divertidos y nos dejan al final casi
del asfalto antes de la carretera de Can Bordoy.
Cruzamos la carretera y reponemos agua y fuerzas en la
fuente de Can Bordoy barrita de por medio y decidimos que dado que nos será
imposible acabar en Teia por la hora, lo mejor será bajar por la Roca d’en Toni
a Vilassar. Pero aun nos quedan las subidas habituales que con la acumulación
de kilómetros se nos hacen más pesadas de lo esperado.
Llegamos al parking de la Torrassa y casi sin parar bajamos al
collet y subimos por la urbanización de Sant Carles para coger los senderos que
nos llevan hasta Parpers, cruzamos la carretera e intentamos reseguir los
senderos habituales (digo intentamos porque las máquinas siguen haciendo de las
suyas, destruyendo nuestros senderos…)
Ya nos queda poco para Sant Bartomeu, y aquí ya las piernas
van solas. Cruzamos carretera y pista hasta el siguiente cruce, donde a Jaume y
Jordi ya se les ha hecho tarde y bajan dirección Vilassar habiendo cumplido con la ruta. Los demás continuamos
y en la Roca d’en Toni, donde nos encontramos con Toni de los Ciclópatas que nos ha venido a buscar para acompañarnos
en la etapa final.
Bajamos por la granota, y algunos acaban por pista mientras otros por senderos. Ya en Vilassar ponemos rumbo al centro de Premià para recuperar fuerzas con una buena hamburguesa. A Marc ya se le ha hecho tarde ( ya son bien pasadas las 3 de la tarde!) y baja directo a Vilassar. El resto continuamos a por la más que merecida cerveza.
Bajamos por la granota, y algunos acaban por pista mientras otros por senderos. Ya en Vilassar ponemos rumbo al centro de Premià para recuperar fuerzas con una buena hamburguesa. A Marc ya se le ha hecho tarde ( ya son bien pasadas las 3 de la tarde!) y baja directo a Vilassar. El resto continuamos a por la más que merecida cerveza.
Si bien la intención inicial era llegar a Teia, sólo
recortamos la última parte y hacemos un 90% de la ruta, por lo que podemos
estar más que satisfechos, por la ruta y sobre todo por la excelente compañía.
Nos salieron 70 km. y 1.800 metros de desnivel acumulado, que no están nada mal para nosotros.
Víctor